Enfrentarnos a los problemas sin tener unas pautas de
actuación ante situaciones difíciles hace que aprendamos por nosotros mismos la
manera de defendernos ante las agresiones externas, creando nuestro carácter y
formas de actuar.
Conocemos que las personas actúan tal y como han aprendido
en su día a día. Influye también el tipo de vida y situaciones personales que
se ha vivido. Una persona con una vida difícil o complicada, tiene menos
inteligencia emocional que otra que ha vivido de forma tranquila y fuera de
preocupaciones.
Tanto la infancia como la adolescencia forman un papel
importantísimos de lo que va a ser un ser humano en el futuro. Si los cimientos
no son sólidos, no podemos pedir que una persona adulta se comporte tal y como
se supone que tiene que comportarse con la sociedad.
En mi caso, yo desde
pequeña tengo un sentimiento de soledad continuo, estoy rodeada de mucha gente
pero tengo necesidad de cariño y amor continuamente. Este sentimiento tiene
mucho que ver con las situaciones que he pasado. Soy adoptada, mi madre me
abandonó con 2 años y mi padre era yonqui con VIH, lo cual no le daba mucha
ayuda para cuidar de una niña. Estuve en un orfanato unos años y la carencia
afectiva era evidente, tanto emocional como psicológica. Pongo éste ejemplo
para poder explicar como un ser humano actúa de manera u otra dependiendo de
sus circunstancias.
Hoy en día dudo a veces de mis relaciones personales
(abarcando personales todo tipo de relación: amistad, colegueo, amor…) pero no
por las personas en sí, sino por mí misma, por mi situación personal que desde
pequeña me ha marcado y que siempre me ha acompañado. Siempre he pensado que
todo el mundo me iba abandonar, como ya me pasó una vez. Eso hace que yo tenga
ciertas actitudes frente a mis relaciones que no son apropiadas pero que he
adquirido con el paso del tiempo. Yo a veces no me comportaría de cierta manera
con diversas situaciones o no me tomaría tan enserio ciertos temas, si desde
pequeña hubiera aprendido a aceptar mi vida tal y como es y a resolver los
problemas en vez de huir de ellos. Tampoco actuaría de ciertas maneras s¡
hubiera tenido otra situación personal diferente.
Podemos comprobar que pasar por ciertas situaciones hacen a
la persona, el carácter no es un cromosoma, está compuesto de vivencias,
educación y aprendizaje. Si creemos conocer a alguien, tenemos que parar a
pensar en como se siente o ha sentido en diversos ciclos de su vida y por qué
actúa de cierta manera indagando un poco en si situación personal, no poner
empatía en nuestras relaciones hace que podamos destruir una amistad o relación
amorosa, haciendo mucho daño.
Noelia AB
No hay comentarios:
Publicar un comentario