La
educación es fundamental, pero no solo a nivel de títulos académicos, tener una
educación emocional cimentada hace más fácil poder enfrentarnos a la vida.
Por
muchos conocimientos que tengamos de números, letras, ciencias o artes, no nos
asegura ni que vayamos a ser felices o que vayamos a saber afrontar los
problemas y vivir mejor.
No te
hace más inteligente tener dos carreras, si te sumes en depresiones constantes
o irracionalizas cada situación de tu vida. Nos educan para que tengamos las
mejores calificaciones y consigamos el mayor número de logros posible, lo que a
veces hace que nos olvidemos de nosotros. No nos enseñan cómo actuar ante
situaciones difíciles que se nos presentan, como se comporta una persona
racional o a tener empatía… Son términos que aprendes con el día a día, sin
tener ni idea si lo estamos aprendiendo bien o mal.
La
expresión: ‘’las personas no cambian’’, es errónea. Lo que pasa es que hemos
aprendido a actuar de cierta manera ( bien o mal ) y siempre que se nos
presenta una situación, actuamos como hemos aprendido, cambiar eso es muy
difícil y se consigue con trabajo y constancia ( si se quiere, claro ).
Haber
incluido un par de clases, en la escuela, de autocontrol emocional o para no
tener zonas irracionales, hubiera hecho que las personas aparte de tener varias
titulaciones hubieran sido más felices a nivel personal, indispensable para
poder desarrollar su función sin problemas.
Noelia AB
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